Iruretas & Lendoiros

A Coruña es el paraíso de la clase media. La patria del Deportivo, equipo entusiasta que alista jugadores de la burguesía más revolucionaria. Pavones con cuajo a los que se les intuyen hechuras de futuro (Sergio, Luque, Tristán...) y zidanes atribulados a los que un poco de paciencia y autoestima han devuelto su esplendor (Valerón, Molina...). Todos tienen hueco y oportunidades en este club que madura a la par que sus futbolistas. Concretamente a la velocidad de Fran, un "pavón azidanado" que puede alzar la Copa de Europa el próximo 26 de mayo en Gelsenkirchen.

El ideólogo de este milagro se llama Augusto y se apellida César Lendoiro. Un hombre que nunca vende más barato de lo que compra y siempre compra más barato de lo que piensa pagar. Astuto y terco, sus órdagos suelen triunfar a medio y largo plazo. Pero Lendoiro no está solo. La otra parte del exitoso binomio es Javier Irureta, irundarra de notable mano izquierda y alto sentido del equilibrio. Lendoiro reunió a 25 buenos jugadores. Y Jabo se inventó las rotaciones. En el vestuario de Riazor la fragancia de Armani aún se confunde con la colonia Álvarez Gómez y un par de Focus escoltan a un flamante Porsche. Ya lo decía Molina: "Somos un puñado de chavales que nos juntamos para jugar y no nos va mal, pero para vender una camiseta tenemos que hacer milagros". Iruretas & Lendoiros.