Los equipos Kelme (ahora Comunidad Valenciana), Banesto (ahora Illes Balears y antes Reynolds), y ONCE (ahora Liberty) acaparan el 90,1% de los casos relacionados con el dopaje entre los equipos españoles actuales. Los dos primeros suman 11 positivos (un 36,7%), mientras que la formación de Manolo Saiz acumula 5 (un 16,7%). La lista la completan el Euskaltel, el Baqué y el Relax (antes Deportpublic), con un caso (un 3,3%). El Paternina-Costa de Almería y el reciente Saunier Duval no aparecen.
Estos porcentajes no son producto de la casualidad. Por un lado hay una explicación obvia: Kelme y Banesto son los que más años llevan en el pelotón. Y después la ONCE. Pero luego existen otras razones: los equipos grandes son los que tienen más presupuesto para invertir en medicación y también más presión para ganar. Otros históricos reincidentes son los equipos de Javier Mínguez (Moliner, Zor, Amaya y Vitalicio), con 8 casos; y el Kas y el Teka, ambos con 7.
Estos datos han sido extraídos de la web francesa http://cyclisme.dopage.free.fr, una página de internet que lucha en favor de la limpieza del ciclismo y que, entre otros contenidos, ha elaborado una lista histórica mundial de casos relacionados con el dopaje. Aparecen 606 profesionales, 191 aficionados, 33 mujeres y 20 de mountain bike.
Casos relacionados. El estudio es muy completo, aunque tenga ciertas lagunas como la ausencia de Echave (añadido en la lista de AS). La relación no sólo recoge los positivos con sanción, sino casos presuntamente relacionados con el uso de productos prohibidos. Por eso no hay que extrañarse de la presencia de Delgado, a quien se le detectó probenecide en el Tour de 1998, una sustancia entonces permitida por la UCI, pero ahora no. Ni tampoco de la inclusión de Indurain, Zülle, Igor Galdeano o Beltrán, inmersos en polémicas por el uso de corticoides por prescripción médica. Galdeano incluso fue sancionado en Francia.
Igualmente se recogen aquellos que superaron el nivel del 50% de hematocrito, prohibido por la UCI, pero no considerado positivo. Ahí se incluyen Edo, Garmendia, Clavero, Domínguez, Javier Otxoa... Este último logró después un permiso por creación natural de glóbulos rojos.
Aficionados: Huélamo perdió la medalla
En la categoría amateur también ha habido escándalos de dopaje, pero aquí la contabilización es más difícil. El caso más conocido en España fue el de Jaime Huélamo, a quien le retiraron el bronce olímpico en Múnich 1972 tras dar positivo con coramina. Al pistard José Manuel Moreno se le detectó nandrolona en 1991, cumplió tres meses de sanción y en 1992 ganó el oro olímpico en Barcelona. Fran Gutiérrez, subcampeón mundial sub-23 en Zolder 2002, dio positivo con cortisona, pero sólo sufrió una sanción económica.
