Mirando a Las Vegas

La única meta de Javi Castillejo es Las Vegas. Allí está el título que quiere, allí está la bolsa con la que sueña, allí quiere acabar su espectacular carrera de campeón. Por eso espera. Lleva tres años esperando. Los empresarios americanos le han dado muchas largas desde que se pegó con De la Hoya. No les ha importado que conquistase el título interino frente a Karmazin, porque al Consejo Mundial de Sulaiman y Rubén Martínez le ha faltado fuerza para obligar a los grandes a respetar los derechos de Castillejo. Los planes de De la Hoya nunca han contemplado la revancha. Vargas se borró sin que se sepa muy bien por qué, Shane Mosley no quiso ni aprenderse el nombre del Lince de Parla. Y ahora los títulos los tiene un sorprendente Winky Wright, que fue quien derrotó a Mosley. Y justamente es éste, Winky, quien asegura que le dará una oportunidad a Javi Castillejo este verano. En Las Vegas. Pero habrá que verlo para creerlo.

Castillejo, por si suena la flauta y llega el duelo con Wright, vuelve mañana en su escenario favorito: La Cubierta de Leganés. Para hacer asaltos, para ponerse en forma y sentirse otra vez peleador. Es un combate de rodaje. Nadie puede pedirle nada más a estas alturas, con 36 años y un historial glorioso a la espalda. Javi ya lo ha sido todo en el boxeo español, el número uno indiscutible, el tipo que ha sostenido el boxeo con sus puños. Ahora hay que dejarle que luche con rivales cómodos, que exhiba su poderío ante sus fans de Leganés, donde le idolatran, que muestre su talla de campeón pero sin arriesgar. Cualquier tropiezo echaría al traste con sus planes de volver a EE UU para ganar la bolsa de su vida. El Lince sólo sueña con Wright. Pero esa será otra historia... si por fin los yanquis dan vía libre a la batalla mundial. Castillejo adorna la cartelera de Leganés, pero está mirando a América.