El sueco Backstedt da la campanada en la clásica por excelencia

Ciclismo | París-Roubaix

El sueco Backstedt da la campanada en la clásica por excelencia

El sueco Backstedt da la campanada en la clásica por excelencia

El corredor del Alessio, que no contaba en los pronósticos, batió en el esprint del velódromo de Roubaix a sus compañeros de fuga.

El sueco Magnus Backstedt, del equipo italiano Alessio, hizo historia en la prestigiosa clásica francesa París-Roubaix, al convertirse en el primer corredor de esa nacionalidad en inscribir su nombre en el palmarés de esta histórica carrera.

Backstedt, de 28 años y profesional desde la temporada 1996, lograba el triunfo más importante de su carrera al imponerse en el esprint del velódromo de Roubaix, donde está situada la línea de meta, y daba la sorpresa en la clásica más prestigiosa de la Copa del mundo. Un triunfo un tanto sorprendente e inesperado al ser un corredor que, pese a que se defiende bien en las clásicas, no solía prodigarse en los primeros puestos de las grandes pruebas de un día.

El ciclista nórdico invirtió en los 261 kilómetros de la prueba 6 horas, 46 minutos y 12 segundos. A continuación de Backstedt entraron el holandés Hoffman, el británico Hammond y el suizo Cancellara, conformando un podio atípico al no estar en los primeros cajones ninguno de los grandes clasicómanos, que se dejaron ver durante toda la jornada, pero que no acertaron en los kilómetros finales, especialmente en los casos de ilustres como los belgas Museeuw, Van Petegem y Vandenbroucke, entre otros.

Incidencias al final

Los corredores importantes buscaron las escapadas, pero el control de los equipos fue muy fuerte y no hubo ninguna opción de coger buenas ventajas. En la parte final se prodigaron los intentos, sin prosperar ninguno, pero que sirvieron para lanzar y romper definitivamente la carrera.

La clave llegaba en el kilómetro 244, pues quedaban al frente Museeuw, Hoffman, Cancellara, Hammond y Backstedt, que aprovecharon un momento de incertidumbre en el grupo principal par abrir un hueco decisivo gracias también al entendimiento de los escapados.

En el velódromo de Roubaix el sueco Backstedt fue el más astuto. Impuso su fuerza a sus compañeros de escapada, pues los grandes favoritos se quedaron cortados debido a averías mecánicas en la parte final de la carrera.

Los españoles quedó en un discreto plano, pese a que había aspiraciones de conseguir buenas clasificaciones. Horrillo y Flecha se dejaron ver, pero al final el mejor colocado fue Flecha, del Fassa Bortolo, que acabó en el decimotercer puesto.