Por primera vez no estará en Augusta. ¿Tan mal se encuentra su espalda como para faltar a esta cita?

Las molestias siguen ahí. Había entrenado bien en Santander y viajé a Estados Unidos para poder jugar cuatro torneos antes del Masters. La víspera del Doral sentí un dolor fortísimo y casi no podía ni abrochar. Me tomé dos semanas de descanso pero ahora ha vuelto el dolor y me impide competir.

¿Qué tratamiento sigue?

Hasta ahora he estado realizando un tratamiento nuevo que se llama Pilates, basado en estiramientos y potenciamiento de todos los músculos del cuerpo. Es algo que recomiendo a toda la gente que lo haga.

¿Cree que es normal que no se hable casi ya de Seve Ballesteros?

Claro. Si no par ticipo en torneos es muy normal. La verdad es que no estoy compitiendo mucho. Selecciono más los torneos, porque la temporada es muy larga.

¿Y qué opina de la gente que dice que ya debería retirarse?

Eso es algo que me trae sin cuidado. La carrera de un golfista no tiene fin; un golfista nunca se retira del todo porque el golf es totalmente diferente al resto de deportes. Cada uno es libre de pensar y decir lo que quiera porque eso es gratis.

¿Pero le molesta?

Yo no tengo nada en contra nadie. Estoy muy contento con lo que he conseguido, tengo una buena salud, una gran familia, soy muy feliz y muy afortunado. Estoy encantado y agradecido por todo lo que me ha dado la vida.

¿En España se olvida demasiado rápido?

Eso me trae sin cuidado. A todo el mundo, de vez en cuando, se le olvida alguna cosa. A mí también...

¿Será especial esta temporada para usted?

Todas lo son. Creo que poder estar treinta años como profesional en un deporte es algo muy bonito.