Hay que jugar más amistosos

Somos unos ingratos, criticamos por criticar. ¿Quién dijo que los bolos de entrenamiento son un pestiño? Veamos. Morientes vale un poco más cuando lo quiera vender Florentino. Ayer, en un primer tiempo dominado por Dinamarca, el Moro marcó en la única que tuvimos. Tipo rentable. La AFE, un sindicato descafeinado que dice defender a los futbolistas, se metió en la buchaca casi un millón de euros por la generosa cesión que le hace cada año la Federación de un partido para que no de mucha guerra. Más cosas. Salva, patriota donde los haya, sintió el orgullo de vestir la roja tras habérselo currado durante toda la temporada. El seleccionador nos siguió dejando claro que Valerón, Raúl y Torres no pueden jugar juntos, no, los tres a la vez, no. Mensaje recibido. Incluso sirvió el bolo para que nuestros rivales de la Eurocopa quedaran desconcertados. El equipo titular era el suplente.

Claro, que salieron los básicos en la segunda parte y se acabó el despiste. Torres, hoy por hoy, es el nueve, y Raúl el mediapunta, y Vicente el exterior zurdo, y Baraja el medio centro. Ah, que me perdone el gran Cañizares, pero lo de la portería también parece claro en favor de Iker, que ayer chupó banquillo. Pero estoy con Iñaki Sáez, hay que despistar. Ya ensayaremos con los imprescindibles en mayo, cuando juguemos contra una potencia llamada Andorra. El míster es fiel a su gorra, a su esquema y a su buena suerte en fases finales con selecciones inferiores. La pena es que no haya un par de amistosos como el de ayer cada mes, cómo disfrutaríamos...