Yo digo J. J. Santos

La fuerza de la mente

J.J.Santos
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Decidí prestar más atención a los rostros que a las piernas. Si bien la concentración era la misma en ambos equipos, percibí que en el Zaragoza había exceso de tensión. Fútbol directo, agonístico, como si pensaran que o metían esa o se les iba el partido. Por el contrario el Madrid tocaba con cierta calma, hasta con parsimonia. Los jugadores sí interpretaban el papel que todos les habíamos otorgado. Favorito y víctima asumían su papel. Eso hizo más peligroso al Zaragoza y más previsible al Madrid. En el camino desaparecía Movilla en su zona y aparecía en otras, y desaparecía del todo Raúl porque el atasco en la frontal de una de las áreas era total.

Sigamos con las caras. La de Láinez era muy expresiva, una mezcla de pánico y exceso de responsabilidad. Se vio claramente a la hora de salir de puños y cuando tuvo que detener golpes francos. Por ahí se pudo ir la final. En el Madrid, mientras, concentración y seguridad, exceso de seguridad. Ni con el marcador en contra se apuraron. Y no se entiende como una demostración de soberbia o prepotencia, no. Simplemente fiaban su suerte a una supuesta superioridad que casi nunca apareció. El poder y la fuerza de la mente mandó sobre las piernas. El rostro les delataba. Al final, seguro mató la confianza.

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