Las ruedas dejan a Sainz sin opciones de victoria

Mejor me vuelvo a casa”, pensó Carlos Sainz cuando vio la tormenta que había caído sobre el recorrido del Rally de México la madrugada anterior al inicio de la competición. Con los neumáticos que él y su equipo habían escogido para competir poco o nada podían hacer sobre el embarrado piso. Y así sucedió.

Cada equipo elige dos tipos de neumáticos y de compuesto para cada rally un mes antes de que se dispute. Como la cita de México es nueva en el calendario, las informaciones previas anunciaban un rally caluroso y duro, por lo que la mayoría escogió unos neumáticos como los del Rally Acrópolis.

Y el piso resultó ser mucho más benevolente, lo que se ha agravado con la lluvia. Y a río revuelto, ganancia del pescador Petter Solberg, cuyos compuestos han resultado mejores sobre esas condiciones, y ya en el primer tramo asestó un golpe casi definitivo.

Sebastien Loeb, que montó los únicos juegos de gomas blandas de que disponía para todo el rally (de las que Sainz no disponía al no haberlas escogido previamente), reaccionaba en el segundo y el cuarto, pero ya sin ellas poco podrá hacer, al igual que el resto, frente al campeón noruego. Carlos finalizó a medio minuto de él, cuarto, y tal y como se han puesto las cosas su lucha deberá ser por el podio...porque la victoria parece una utopía.

El único que aún parece optar a ella es su compañero Loeb, que casi chafa la excursión en el test del jueves, en el que dañó su Citroën Xsara, aunque los mecánicos lo solucionaron. Con Solberg y Loeb en otro planeta, la pelea es ahora mismo entre Sainz y los dos Marcos, Gronholm y Martin, que sufrió un trompo en el último tramo. Están luchando al segundo.