Montjuïc se tiñó de dolor y condena

Como no podía ser de otra manera, las consecuencias de los atentados ocurridos en la mañana de ayer en Madrid no tardaron en llegar a la montaña de Montjuïc, donde está ubicada la sede del Espanyol. El primer equipo blanquiazul estaba citado para entrenarse a partir de las 11:00 horas. Los jugadores y el cuerpo técnico conocían en su mayoría la noticia a su llegada a los vestuarios del Estadi Olímpic. Los que no, fueron enterándose a través de los comentarios de sus compañeros. A pesar de que la conmoción afectó a todos los presentes, éstos siguieron con su rutina y llevaron a cabo la sesión de entrenamiento.

Mientras tanto, la directiva de la entidad blanquiazul, que no quería pasar por alto lo sucedido en la capital, meditó cuáles podían ser las medidas a adoptar de forma inmediata para mostrar su repulsa. De esta manera, se optó por guardar cinco minutos de silencio a las 13:00 horas sobre el césped del Estadi Olímpic. Una concentración silenciosa al estilo de la que una hora antes se realizó en el corazón de la ciudad, en la Plaza Sant Jaume, por parte de las administraciones autonómica y local.

Una pizarra con esta información se colocó en el vestuario, para que los jugadores y técnicos pericos se fueran sumando a la convocatoria a medida que regresaban del entrenamiento. Ninguno se opuso a la decisión de la directiva, ni mostró discrepancia alguna. La unión se impuso en esos momentos de conmoción frente a la dura realidad: más de un centenar de víctimas mortales confirmadas a esa hora. Más tarde se supo que desgraciadamente habían sido muchas más.

A la hora señalada, todos los jugadores, técnicos, Consejo de Administración y empleados de la entidad hicieron acto de presencia sobre el tartán del Olímpic. Formando un frente común, guardaron los cinco minutos previstos de duelo, que finalizaron con un aplauso unánime. Acto seguido, el presidente del Espanyol, Dani Sánchez Llibre, realizó una declaración institucional en la que condenó los atentados y se mostró favorable a la suspensión de la próxima jornada de Liga de este fin de semana. Cabizbajos y emocionados, los presentes se resignaron ante la situación.

Se suspendió un acto social también previsto para ayer

Desde el primer momento, el Espanyol quiso sumarse al resto de la sociedad institucional y civil del país en pos de ofrecer su repulsa a los atentados. Como ocurrió en el resto de entidades catalanas, la entidad españolista suspendió todas las actividades previstas para ayer. De hecho, el club había anunciado anteayer que se llevaría a cabo la presentación de una nueva propuesta social pensada para apoyar al equipo. Finalmente, se prefirió no realizar nada y aplazarlo al menos hasta que finalice el luto en Cataluña, que comenzó ayer y que se extenderá hasta mañana.