La coherencia de Lucas
Lo que cambia un equipo en un año. La pasada temporada el Racing era noticia porque un tal Piterman suplantaba el papel de entrenador en la banda. Ahora lo es porque juega ordenado,tiene vocación ofensiva y pelea hasta la extenuación. Los entrenadores, en casos como el del equipo cántabro, no son un mal necesario. Con el día tonto de Beckham y Roberto Carlos y la preocupante lesión de Ronaldo, el empate le tiene que saber a gloria al Madrid. Estuvo espeso en ataque, volvió a enredarse en la presión del rival y titubeó en exceso en defensa. Pocas veces he visto tirar tan poco a puerta a los galácticos. El puntito de ayer lo sacaron porque los de Alcaraz fueron excesivamente respetuosos, condicionados por lo que ocurrió en la ida, que de tanto irse al ataque, acabaron goleados.
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Es necesaria una reflexión sobre lo engañados que nos tenía Lucas Alcaraz. Se coló sin hacer ruido en la elite de los técnicos españoles y teníamos una imagen de él: la que daba el equipo que le sirvió de trampolín, el Recreativo. Pero era falsa. Aún hay que valorar más el milagro del ascenso con el equipo andaluz. En cuanto ha dispuesto de una plantilla con media docena de buenos peloteros, ahí están los resultados. Y esta reflexión debería servir para muchos otros entrenadores que jamás podrán contar con una nómina de lujo y por eso nos quedaremos con la ganas de ver su auténtica valía.
Por cierto, en El Sardinero también se vio el nivel del arbitraje español. Medina Cantalejo es internacional y, en un partido de guante blanco, abusó tanto de su autoridad que acabó desquiciando a todos. Le faltaban las cartucheras.
