El Playas goleó jugando mal

"Si mi abuela fuera una rueda, sería una bicicleta". Así respondió Miki a la cuestión de si el Marfil hubiese marcado antes, su equipo pudo haber perdido. Y es que el Playas de Castellón sigue con el encefalograma plano, o jugando a la brasileña: zambombazo va, zambombazo viene, pero lo que es pisar el área del rival, nada de nada.

Dominó el primer tiempo, pero sin crear peligro y eso llevó al Marfil a guardarse la ambición. Al borde del descanso llegó el 1-0 en una falta al borde del área. Un gol que despertó a los catalanes en la continuación, que pusieron a prueba la fortaleza defensiva castellonense, que esa sí que es infranqueable.

"Lo justo hubiese sido el 1-1 en lugar del 2-0", explicó el técnico del Marfil Marc Carmona y con razón, pero cuando utilizó el portero jugador Miki tiró de librillo y lo anuló para que el Playas hiciera no uno, sino dos goles más que sentenciaban definitivamente el primer encuentro de cuartos.