Del Niño a las bandas

El Niño lleva el 38% de los goles del Atlético. Demasiada dependencia. Torres prefiere no verlo así, porque es una manera de quitarse presión, pero los hechos son tozudos. Cuando no juega, el ataque del Atlético se resiente. Él abre caminos que de otra manera están sellados. Su velocidad siempre es un arma a utilizar. Hasta Lequi busca sus desmarques como única solución cuando se oscurece la salida del balón. El Niño es muy importante en este equipo, pero para que el Atlético crezca hace falta que también otros tiren del carro.

Manzano no ha conseguido todavía que las bandas funcionen, a pesar de que precisamente por ahí han llegado dos de los fichajes estrella de la temporada: Novo y Musampa. Las bandas siguen siendo la asignatura pendiente de este equipo. Novo ha sido demasiado intermitente, a Musampa le ha utilizado más en trabajos defensivos en el centro del campo y Nano entra y sale como el Guadiana. Ha sido un veterano como Aguilera quien ha tenido los momentos más brillantes por la derecha. Estoy seguro de que Manzano sabe que por ahí sí debe crecer el equipo. El Niño y Nikolaidis necesitan para no asfixiarse que las bandas funcionen. Y así el Caño tendrá más opciones para inventar. El Niño vuelve el domingo y tirará del carro de este Atlético, porque él siempre da la cara. Pero en esta fase decisiva hace falta que todos le acompañen.