Un fuera de serie

Hay muy poquitos ciclistas que puedan ganar tanto al sprint como atacando. Eso sólo está al alcance de los fuera de serie. Por eso el triunfo de Óscar Freire me recordó mucho a Laurent Jalabert. Mi paisano solía utilizar esta táctica en la categoría amateur, pero en profesionales

no ha recurrido tanto a ella.

Yo creo que debería usarla más, porque el sprint no deja de ser una lotería, donde sólo hombres como el Cipollini de sus buenos tiempos o el actual Petacchi pueden asegurar un gran porcentaje de victorias.

Freire ha vuelto a demostrar que es muy listo, eso ya lo sabíamos, porque se la ha jugado hasta el final. Óscar está en plena madurez, tiene la mejor edad para el ciclismo y dispone ya de una gran experiencia.

Por eso creo que, si tiene suerte, estamos ante su mejor temporada. Tiene pendientes las clásicas de la Copa del Mundo, donde debe jugárselo todo a ver si caza alguna por fin, y luego hay otras dos citas muy importantes para él: Juegos Olímpicos y Mundial. En alguna de estas competiciones nos dará una gran alegría.

En lo referente al temprano triunfo de Lance Armstrong, veo normal que este año haya empezado a correr antes, porque ya no es ningún chaval, lleva desde agosto sin competir y su último Tour fue el peor. El americano se conoce bien y sabe que debe correr más, porque para frenar siempre estará a tiempo.