El Atlético, a la Intertoto. ¿Han dejado ya de reírse, estimados madridistas? ¿Han dejado ya de avergonzarse de ver dónde ha acabado su equipo, queridos rojiblancos? Les entiendo a todos, pero no tienen tanta razón como creen. Para empezar, esta es sólo una medida de precaución. Cerezo ha apuntado al equipo, pero aún sueña con la Champions. Eso está bien. A mí me pasa lo mismo. Vivo con mis padres, pero sigo soñando con un ático en Malasaña. Salgo con mi novia, pero sigo soñando con... ¡ups! Cambio de tercio.
Además, al margen de cuentos de la lechera, entrar por la puerta de atrás en una competición (la UEFA en este caso) no ha sido sinónimo en el fútbol de salir de ella de la misma manera. El propio Atlético tiene un gran ejemplo de esto. No hay más que recordar que disputó la Intercontinental del 75 gracias a la renuncia del Bayern y aquel triunfo sigue siendo uno de los grandes hitos de su historia. Y hay más. La Dinamarca del 92 jugó, y ganó, la Eurocopa porque Yugoslavia fue excluida en el último momento. Y la misma Intertoto nos porporciona otra muestra, ya que el Girondins alcanzó la final de la UEFA del 96 tras superar ese purgatorio veraniego. Aunque, claro, tenía a Zidane.
Y la gran ventaja será que esta competición supondría un campo de pruebas espléndido para Toché, Gabi, Arizmendi y compañía, que deben ser parte fundamental del próximo proyecto rojiblanco. Además, la obligación del Atlético es estar en Europa y esta es una forma tan lícita como cualquier otra. Eso sí, la Copa era una vía más lustrosa y se tiró soñando con la Champions. Ahora, tiene pesadillas con un veranito viajando en turista.
