Los preámbulos suelen descifrar los epílogos. Dijo Javier Aguirre, técnico notable, que alteraba su esquema para poblar las bandas, el atajo preferido del Deportivo hacia la portería rival. A lo que Javier Irureta, notable técnico, respondió con Fran en el doble pivote, una sobredosis de talento en el centro. El miedo al gatillazo lo solucionó el irundarra con viagra. Osasuna, que ahora hacer correr la pelota en lugar de al hombre, se mostró de un contemplativo casi indolente, excepción hecha del avinagrado Pablo García, quien no puede esconder al uruguayo que lleva dentro. Jugando a la pata coja, sobre la izquierda, el Depor exhibió recursos sufi cientes para alcanzar un fi n, la victoria, que esta vez sí justifi có los medios: la apuesta por el talento. Una dejada de Tristán a Víctor permitió a éste, hasta ese momento desaparecido, abrir el marcador. El gol no alteró el discurso, pero el revolucionado juego blanquiazul recogió la ingratitud de parte del público, que silbó a Luque. Inexplicable. El catalán dio carpetazo al asunto regalando a Víctor, tan letal como ausente, el segundo tras dibujar su enésima diagonal. Sesteo. Con la sentencia redactada, que no fi rmada porque el Depor ha heredado del Madrid esa desgana a la hora de apuntillar, el encuentro se dedicó a sestear. El partido se desperezó en el minuto 63. Pablo García pateó con una sufi ciencia insultante a Valerón cuando el canario se marchaba en la zona de tres cuartos. El charrúa pegó con ganas de amarilla, pero con formas de roja. Losantos Omar valoró más las formas y lo mandó a la ducha justamente. En ese momento, Javier Irureta llamó a la recepción del hotel en el que vive y pidió que fueran sintonizando el Canal Plus en su habitación: Javier Aguirre, por su parte, saludó la salida de Valerón del campo de pie y con aplausos. Un gesto que retrata una actitud ante el fútbol y ante la vida. Loable. El Deportivo se arrima al liderato de la Liga y la Cacciatori, campeona de la Copa del Rey de voleibol, espera a Jabo a la vera del Camino de Santiago.