Un poco de barullo

El calendario más exigente del Madrid anula los dos puntos de ventaja que lleva sobre el Valencia. Jugar al límite la semifinal copera y posiblemente tener que hacer lo mismo en la final, pesará mucho. Como pesará la eliminatoria ante el Bayern. Son cargas de las que están liberados los de Benítez. Por eso el partido del próximo domingo entre ambos en el Bernabéu será decisivo. Es la gran oportunidad del Madrid para fabricarse un colchón de dos partidos de ventaja que le será necesario en marzo.

Los dos candidatos muestran regularidad (más el Madrid en su estadio y más el Valencia fuera) y problemas de banquillo, aunque el segundo le afectan menos las bajas por el perfeccionamiento del sistema. Sí se echa de menos mayor pelea en la zona alta. Con los dos candidatos lanzados y el Depor en tierra de nadie, el barullo por lograr el cuarto puesto no es suficiente. Lo ideal sería que nadie tuviera asegurado un puesto de Champions ahora. Esa presión es mayor que la de ganar el título. Falta el empuje de la Real, el incordio del Celta o el poderío que presumíamos de Barça o Atlético. Influye la recesión económica.

Al final ha servido de coartada para que los que acarician Europa hablen sólo de permanencia y algunos aspirantes al título firmen el cuarto puesto. El más osado, Manzano, que apostó desde el primer día por la Champions.