Entre lujos y cerrojos
Noticias relacionadas
Puedes jugar atrevido o cagón. Por el momento ambos sistemas han tenido el mismo premio en el Santiago Bernabéu: la derrota. El Málaga optó por el plan B, el del miedo total. Curiosamente, casi todos los que tiraron por esa linde acabaron perdiendo por la mínima y buscando un milagroso empate en los últimos minutos. Los del plan A, los del descaro, se llevaron algún gol más. Javi Clemente va tener razón, él sigue ostentando el premio de los timoratos y también perdió 2-1. Sigo pensando que para perder, mejor hacerlo jugando al fútbol. Pero para gustos, los colores. Juande Ramos reinventó lo de diez en su campo y un punta por lo que pueda pasar. Pero estuvieron tan encogidos, que desde el principio el partido se puso para taconcitos, controles inverosímiles y jugadas de lujo. Tan claro se veía todo que el respetable no reprochó esta vez los adornos.
Sirvió también el encuentro para que Roberto Carlos recobrase el cariño perdido y para que Ronaldo escuchara corear su nombre en la grada madridista. Ambos necesitan divertirse, jugar cerca del área rival y todo eso resultaba fácil ayer. Y entre los favoritos, otra vez Beckham. El inglés cambia de compañero en el doble pivotecomo de camisa y apenas lo nota. La clave está en que se pega unas palizas descomunales, sólo comparables a las de Míchel Salgado, otra vez muy bien. Sin ellos no sería posible jugar de lujo, por mucho que el contrario se agazape en su campo. Lo malo del plan A, el del cerrojazo, es que pierdes y encima te vas con el remordimiento de conciencia de no haber hecho todo lo que podías. Como se imponga la moda de encastillarse, Carlos Queiroz se atreverá definitivamente con las rotaciones. Ayer ya empezó.
