No entiendo a Moyá
La fatalidad en forma de lesiones pone a España en la difícil tesitura de ganar en Chequia con la segunda línea de nuestro profundo tenis. Ferrero y Moyá, nuestros cabezas de cartel, no estarán en el debut en la Copa Davis después de la gira por Australia. En el caso del primero estaba claro que no podía ir. Ayer se confirmó que tiene una lesión en los isquiotibiales. Lo que sí ha sorprendido es la baja de Carlos Moyá, aunque no dudamos de su esguince de tobillo. Pero resulta que hace quince días Charly puso de vuelta y media a la organización del Open de Australia porque no aplazó su partido de primera ronda veinticuatro horas para así recuperarse. Habló de agravios, de que a Agassi o a los australianos se lo habrían permitido...
Le creímos y, si entonces criticamos a los australianos por su poca flexibilidad con Moyá, no entendemos ahora que el mallorquín se caiga del viaje a Chequia. Si no está para jugar en Brno el próximo fin de semana, hace quince días era imposible que tuviera posibilidades de hacerlo en Melbourne Park y no tenían sentido sus declaraciones posteriores, salvo que haya empeorado con el descanso o que su lesión fuera más grave de lo que en principio se dijo. Esa es una explicación que se le debe a la afición española, para que nadie pueda pensar que Charly se ha borrado a las primeras de cambio. La Copa Davis está en juego y la República Checa puede aprovechar estas ventajas.