El precio del gol

El precio del gol

Dados los resultados, el Deportivo lo tenía todo de cara. Un triunfo le situaba en el rebufo de Real Madrid y Valencia. Salió a amarrar. Atascó la medular y sacrificó la derecha. Pese a ello, el equipo dispuso de ocasiones claras, hasta cinco. Y el fútbol en esto es inexorable: quien perdona, paga. Duscher, en dos ocasiones, Luque, Valerón... Mucho ir para poco llegar. El Athletic no fue tan benévolo. La primera, adentro. Un mal despeje de Manuel Pablo, un disparo más intencionado que peligroso de Yeste y una mano blanda de Molina posibilitaron el tanto rojiblanco.

Los cambios le dieron aire y balón. Un par de oportunidades de Diego Tristán invitaron al optimismo, pero Valverde lo tenía muy claro. Defensa de cinco, con la incorporación de Lacruz, y a aguantar el chaparrón con doble pegote (Gurpegi-Orbaiz). Entonces el Deportivo mostró su perfil más tibio y se dejó en San Mamés una oportunidad inmejorable. Mala suerte en la primera parte inicio y demasiada indolencia en la segunda. No lo hizo mal si fuera un equipo que busca la tranquilidad en la mitad de la tabla, pero para alguien que aspira a meterse en la lucha por el título, fue un bagaje insuficiente. Salió a mantener el empate, no fue capaz de adelantarse y cuando le marcaron, no supo empatar. Ocasiones hubo, pero el equipo olía tanto a empate, que perdió.