Abuelo y nieto: ¡Vaya par!

Si algo debe temer hoy el Madrid es la pillería y el oficio de una pareja capaz de volver loco al más pintado. No conozco a ningún entrenador en España que haya trasladado tan bien el código del jugador al banquillo. Ese es Luis Aragonés. Que todos sus futbolistas hablen bien de él no es

casualidad. La famosa frase de: "míreme a la carita" entraña algo más. Cuando se lo decía a Romario o a Etoo les estaba diciendo que a él es difícil tangarle. Mirando de frente es la única manera de conseguir el respeto de unos jóvenes que se creen los mejores, endiosados, sin tiempo para la reflexión. Ahí está el secreto de Luis, en pensar por ellos, en buscar las cosquillas al rival durante la semana. Por lo civil o por lo militar (otra de sus frases).

En ese entramado, el listo de la clase es Etoo. Es la prolongación de Luis en el campo, el que sabe tirar del carro, al que le han dicho que su aportación es definitiva. Y se lo ha creído. No lo he oído pero me lo imagino, Luis le debió decir al camerunés: "Me llamaste para que viniera y aquí estoy, ahora te toca a ti dar la cara por mí". Y no hay más que hablar. Durante la semana, Luis le habrá envenenado la sangre a Etoo con su pasado madridista y con el escaparate que tiene hoy para seguir dando que hablar. Al fin también es un escaparate para él, que está de vuelta de todo. Bueno, de casi todo, porque tipos como Aragonés

o Samuel no se relajan nunca, quieren ganarte hasta jugando a las chapas.