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Entrevista Rubén Varón

"Aún no me creo que pueda ser campeón"

Rubén Varón nos regala una noche de boxeo del bueno. Porque hoy, en Kiel (Alemania), tiene la oportunidad de convertirse en el undécimo púgil español campeón del mundo. Será a doce asaltos y ante el vigente campeón, el alemán Félix Sturm.

Rubén Varón.
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Si alguien le dice al comenzar el año que lo acabaría disputando un Mundial...

—No me lo hubiera creído. Todavía, a falta de unas horas para la pelea, aún no me creo que pueda ser campeón. Es una ilusión desde pequeño y hoy se puede hacer realidad.

Pero antes tuvo usted otro sueño, ¿no es así?

—Sí, los tres años que estuve como amateur me estuve preparando para ir a los Juegos de Sydney. Pero sólo había ocho plazas por peso en Europa y al final no pudo ser.

Lleva boxeando desde los 15 años y además su padre Víctor fue olímpico. Supongo que con este historial, siempre tuvo que tener claro que lo suyo era el boxeo.

—Qué va. De niño nunca quise ser boxeador. Pero a los 15 años empecé a ir a un gimnasio, a hacer guantes y me quedé enganchado para siempre.

Se ha pasado el año viajando, primero se fue a Hamburgo sólo y a raíz de este viaje le surgió la oportunidad más tarde de ser aspirante del título mundial que hoy disputa, ¿qué es lo que más le impresionó entonces?

—Al principio intimida ver a tantos campeones juntos, pero luego te das cuenta de que no se comen a nadie.

¿Allí conoció a Félix Sturm, su rival esta noche?

—Me entrené con él, pero había coincidido ya de amateur.

Entonces le conocerá bien. ¿Cómo es Sturm?

—Es muy parecido a mí, de mi edad, maneja bien las distancias, sabe esperar, se mueve mucho de piernas... Aunque el título mundial no lo ganó muy bien. Es batible, desde luego.

Usted disputa su primer combate fuera de España. ¿No le intimida un poco?

—Estoy mentalizado y tranquilo porque la responsabilidad la tiene él que defiende su título en casa. Yo sólo pienso en ganar. Lo demás me da igual.

Y será su segundo combate a doce asaltos. ¿Para usted es un hándicap?

—Alfonso y yo hemos estado 21 días en la altura de México precisamente para eso, para elevar el número de glóbulos rojos en sangre y aumentar la resistencia.

¿Y cómo le fue en México?

—Bien. Los primeros días fueron muy duros porque me cansaba bastante y me faltaba el aire. Pero volví de allí hecho todo un toro. Además allí los boxeadores son fuertes y eso me ha endurecido.

Hasta ahora nunca ha salido al ring con ninguna canción ¿Tiene pensado algo para una ocasión tan especial?

—Sí. Voy a salir con una canción marchosa, Lloraré las penas de David Bisbal. Los alemanes son demasiado sosos. Les voy a meter marcha desde el principio.