Sergio: "No había olvidado el triunfo

Sergio García disfruta en Suráfrica de sus primeras horas de vacaciones, tras haber roto el maleficio. El triunfo en Sun City le reportó, además de un millón de dólares (más de lo que había ganado en toda la temporada), una inyección de moral inevitable ante el reto que se le presenta en menos de un mes: regresar al primer plano del golf y aspirar a ser el Sergio que apuntaba a ganador de Grandes y principal rival de Tiger Woods. "Las cosas no me salieron bien, pero decidí relajarme y tener la máxima paciencia posible", reconoce el castellonense.

"Sabía que no me había olvidado de ganar un torneo. Sólo era cuestión de tener una buena semana al completo". El hecho de competir activamente en los dos circuitos más importantes, el PGA Tour de Estados Unidos y el European Tour, le restó presencia en las listas de ganancias durante todo el 2003.

Grand Slam. En Europa pasó el corte en los nueve torneos disputados. No obtuvo buenas cifras hasta los dos últimos torneos, precisamente jugados en España: el Abierto de Madrid (6º) y el millonario Volvo Masters (7º). Sergio notaba ya una mejora sustancial en su putt, la clave del éxito, y que le había abandonado. "El trabajo ha sido completo y destinado a la mejora general", dijo ayer Víctor, su padre y entrenador.

Su gran asignatura pendiente siguen siendo los torneos del Grand Slam. Siempre aparece en los momentos de televisión, pero su figura se desinfla en los momentos decisivos. Fue décimo en el Open Británico, 28º en el Masters y 35º en el US Open. En todos ellos sucumbió ante su mal día, el que suele tener y que los demás favoritos mantienen escondido. Los 74 golpes del domingo en el British le dejaron a las puertas de la gloria.

Sergio García culmina de esta forma su quinta temporada como profesional metido en una nueva aureola, más positiva que nunca. Ahora su progresión no parece espumosa. Y para acabar, dos detalles de los que dan mejor sensación. Sergio jugó el torneo de Sun City con un pin en contra de los abusos a los niños. "Fue un favor que me pidió Nick Price. No me puedo negar a actos solidarios de este tipo". Y otro: el año 2003 se ha convertido en el año de la esperada reconciliación entre Severiano Ballesteros y Sergio.