La metamorfosis que ha experimentado el Rayo desde la llegada de Jorge D’Alessandro le permite ya hasta superar situaciones que se le complican desde el inicio. Por ejemplo, un autogol en el minuto cuatro, como ayer. Lo que antes habría sido una circunstancia determinante (esta temporada nunca ganó un partido que fuese perdiendo), ahora se queda casi en una anécdota.

El Málaga B recogió el regalo de Ricardo con complacencia, pero apenas le dio tiempo para para desembalar el envoltorio. Biagini no permitió que le quitasen ni una cinta, porque menos de un minuto después dejó en anulada la dávida. El argentino culminó con un disparo cruzado una jugada de toque en la que participó prácticamente todo el Rayo. Fuese efecto o reacción de esa acción, el once madrileño le cogió gusto a eso de magrear el balón y de plantarse en el área de Goitia, aunque sólo Biagini se prestó al lucimiento del meta del filial malagueño, con un potente chut en parábola.

El equipo andaluz parecía satisfecho con el empate. Se hizo fuerte atrás y timorato en ataque. Al menos hasta que Marqués lanzó un balón al poste y hasta Bolo se reencontró con el gol y adelantó al Rayo en el marcador. Entonces sí, entonces descubrió que la portería de Etxeberria existía. Claro que cuando percibió ese detelle también tuvo conocimiento de que el meta estaba para algo. Por ejemplo, para hacer una soberbia parada en un cabezazo de Castro que se colaba a tres minutos del final.

D’Alessandro: "La jugada del gol del empate me dejó alucinado"

Estoy contento, no ya con el triunfo, sino con la actitud de mis jugadores. Sabía que iba a ser un partido comprometido, casi como una final y además le regalamos un gol al rival, pero el Rayo sacó una genialidad de la chistera, un golazo en jugada elaborada que me dejó alucinado y empató pronto. Luego esperaba noquear al adversario y ocasiones tuvimos para ello y, sin embargo, terminamos sufriendo. Si el Rayo hubiese estado distraído en este encuentro, habría tenido más problemas para llevarse la victoria. Hay que seguir así, con el mono de trabajo y sin cambiar el chip para nada".

Antonio Tapia: "No es normal que nos ganasen con esa facilidad"

"Fuimos a por el partido y nos pusimos por delante en el marcador, pero el Rayo nos empató pronto y en la segunda mitad jugó muy bien. Lo intentamos, pero nos encontramos con un rival bien plantado, difícil de desbordar y con pegada. A pesar de eso, también tuvimos nuestras ocasiones para hacer gol. No es normal que nos ganase con tanta facilidad cuando fuimos nosotros los que marcamos primero. Se han dado facilidades en defensa, aunque es lógico que un equipo tan inexperto como el que yo tengo, cometa errores. Pero me quedo con las ganas que puso el conjunto durante el encuentro".