Reflexiones respecto a la actual quiniela

Porque no es sólo la ilusión de hacerse millonario. Es más que eso: es un entretenimiento lúdico que hace asociarse a muchísimos individuos a lo largo de la semana con el fin de ir plasmando un gran deseo: ¡la quiniela de 14! Es decir, el summun, la cúspide para cualquier buen aficionado al fútbol. Pues bien: todo esto se puede venir abajo como un castillo de naipes y afectar muy directa y negativamente al fútbol.

Porque yo creo que la quiniela, con su módico precio por apuesta, no debería tener aceptación, para enseñar de este modo al Estado y a las altas instancias deportivas, así como a los clubes, que no se debe obrar tan egoístamente, pues cuando se mata a la gallina de los huevos de oro viene el hambre. Resumiendo y concretando: 1.- Considero abusivo el nuevo precio de 50 euros por apuesta, que representa un 66% de aumento con respecto a la apuesta del año pasado. Si el IPC ha subido un 4% y los convenios colectivos ni eso, está claro que ni yo ni nadie (incluidas las peñas) podremos desarrollar los sistemas del año pasado ni jugar las mismas apuestas, con lo cual cundirá el desánimo hacia nuestra amiga. 2.- Al suprimir el Pleno al 15 e instaurar el premio a los 10 aciertos, se vulgariza la quiniela, pues se retira un primer premio muy apetecible y elitista (tipo Primitiva) y se crean las migajas provenientes de acertar resultados que a nadie van a solucionar nada. 3.- Si el fútbol se nutre en parte de la recaudación quinielística, al bajar ésta también se resentirá este deporte.