¿Ha seguido el Mundial con mucha envidia?

-Con mucha morriña, porque estuvimos en el último y nos quedamos fuera de éste en el último escalón.

El problema, como siempre, es el dinero

-El problema es el presupuesto. Los profesionales viven de ello. En el último Francia-Australia jugado en el Velódromo de Marsella, acudieron 70.000 personas y recaudaron más de 100 millones de pesetas. Nosotros en el que más recaudamos, ante Australia en Madrid, logramos cuatro millones de pesetas. En Francia, por ejemplo, un club como el Biarritz maneja un presupuesto que triplica el de la Federación Española, que vive de las subvenciones.

El rugby no vende aquí...

-España es futbolera y si el baloncesto tiene problemas para que televisen la ACB, imagínese nosotros. Además cuando hay algún chaval grande y alto siempre elige baloncesto o balonmano.

¿Alguna solución?

-En los colegios deberían colocar un balón de rugby junto al del fútbol. Es la base lo que hay que cuidar. También estamos pendientes de un centro de alto rendimiento.

¿Mejor exportar jugadores o importarlos?

-Están llegando argentinos, con la condición de que se les dé trabajo. Los nuestros se van y luego es imposible contar con ellos porque los clubes alegan que ellos pagan.

¿No sería mejor disputar un Mundial A y uno B?

-Inglaterra lo ha propuesto y nosotros estamos a favor de ello, porque las diferencias son abismales. Lo suyo es que se juegue cada cuatro años y el campeón pueda participar en el A. Además, este Mundial dura 40 días y hay equipos que se pasan 13 sin volver a jugar. Nosotros no podríamos porque ¿a qué jugador le dan un mes de permiso en su trabajo? Además no tendríamos dinero para estar tanto tiempo fuera desplazados.

¿Qué piensa de la selección campeona?

-Inglaterra estaba en la terna, aunque mi favorita era Nueva Zelanda. No ha habido sorpresas, pero me ha llamado mucho la atención la mejoría de Gales e Irlanda y la renovación de Francia.