Tres puntos para reforzar la moral

En el encuentro de esta tarde se ponen en juego tres puntos, que serán decisivos para el devenir de un equipo que ya no puede perder más partidos, y menos jugando en casa y ante un conjunto, el Sevilla, de nuestro teórico grupo de rivales directos. Serán tres puntos que ojalá amarremos. Pero significarían, sobre todo, un refuerzo para la moral de todos. De los jugadores, cansados de encontrarse semana tras semana en la cola de la tabla; del nuevo cuerpo técnico, que tras la derrota en Bilbao confirmaría su nuevo estilo e ideas; y de la afición, que no merece tanto sufrimiento. No es un partido a vida o muerte, con una derrota hoy no se acabaría el mundo. Pero un triunfo del Espanyol serviría para mucho. El equipo lo necesita para tomar conciencia de que puede ganar partidos, y que lo peor ya pasó.

San Mamés y el partido disputado allí hace ya dos semanas es el único referente de esta nueva etapa. Ese encuentro se perdió, pero Luis Fernández llevaba tan sólo tres días en el cargo y, aún así, muchas de sus ideas quedaron plasmadas sobre el terreno de juego. Si el conjunto actúa como ese día, puede ganar. Se mostró entrega, lucha, no dejaron jugar al Athletic en muchos momentos, se tuvo posesión del balón... Incluso cambió algo muy importante, ya que los jugadores no bajaron la guardia cuando les metieron un gol. Antes no sucedía eso. Lo único que deberán variar en el encuentro de hoy será la profundidad, una carencia que con Maxi Rodríguez en punta o con Raúl Tamudo, si juega, estará seguramente solucionada. Todo ello hay que hacerlo teniendo en cuenta que el Espanyol se mide a un equipo feo, un conjunto que suele desplegar un fútbol poco vistoso y hasta marrullero, a pesar de que cuenta con algunos jugadores de calidad contrastada. Hay que vencerles, aunque sea empleando sus propias armas.

Probablemente uno de los aspectos más importantes en partidos delicados como el de hoy, ya lo apuntábamos antes, es el apoyo por parte de la afición. La hinchada españolista ha demostrado a lo largo de los últimos tiempos que paciencia no le falta. Es por eso que no dudo que si las cosas se tuercen hoy durante el partido, ellos seguirán estando con el equipo, animando. Como siempre, la afición debe aportar un añadido para lograr el triunfo, que sería el primero en casa de esta temporada. Luis ha trabajado para conseguir este reto, con la estadía en Peralada y con algunos días trabajando en doble sesión y almorzando con sus jugadores. Ha conseguido aprovechar el parón liguero para conocer más al grupo, uno por uno gracias a la convivencia, la mejor manera. Desde luego, el conjunto tiene todos los ingredientes para ganar. Ojalá que así sea.