Bien sabe Roberto Carlos mi enorme admiración por él, por el entusiasmo que transmite, su velocidad y disparo, su forma de entender y disfrutar del fútbol. Pero antes de pedir el Balón de Oro para Nedved me explicaré: es un premio anual, en el que solo cuentan los méritos entre enero y diciembre. No premia al mejor futbolista y sí al mejor futbolista del año natural, que no es lo mismo. Roberto Carlos no ha jugado el mejor año de su carrera, de eso no cabe duda. Intermitente en muchos meses, dio la sensación de dosificar el esfuerzo en muchos partidos, algo muy inteligente a sus 30 años. Nos deleitó con muchas jugadas de su repertorio, y desde luego es de largo el mejor lateral izquierdo que hay en el mundo.

Seguro que estará entre los primeros, pero no parece fácil que le den el premio. Ganó el título de Liga pero se quedó en semifinales de la Copa de Europa, y los resultados del equipo cuentan en las votaciones. Se elige a un solo hombre, pero el fútbol siempre será un juego colectivo. Mi favorito es Nedved, con Paolo Maldini bastante cerca. El checo ha sido el futbolista determinante de la Juve campeona del último scudetto. Lippi le cambió de puesto, le dio libertad por detrás de dos puntas y va a culminar un año soberbio. Marcó goles decisivos ante el Barcelona y el Real Madrid en los partidos clave de la Champions, y su ausencia de la final, con derrota de la Juve, reforzó más su importancia en el equipo.