No hay dos sin tres
Hoy más que nunca Juan Carlos Ferrero debería abrazarse al viejo y sabio refranero español para olvidar el batacazo ante David Nalbandián y afrontar con la autoestima elevada la gran cita de la próxima madrugada ante Andre Agassi. Sí, no hay dos sin tres. Esta idea la debe sacar de sus últimos enfrentamientos con el Rey de Las Vegas. Analizando la estadística ésta nos demuestra que el valenciano ha ganado los dos últimos enfrentamientos con el estadounidense y que una tercera victoria consecutiva es posible y con ello seguir con la ilusión de conquistar, por difícil que esté, esta Copa Masters. Y también debe pensar que en las grandes citas no se arruga.
Los dos éxitos precedentes no fueron en dos pachangas, precisamente. Ferrero se impuso ahora hace un año en esta competición en Shanghai y con ello dio un paso de gigante para meterse en las semifinales y después entrar en la final, que perdió con Hewitt. Pero hace dos meses repitió. Agassi tenía la ilusión de meterse en la final del US Open, pero se cruzó con un imperial Ferrero que le despertó, a raquetazos, de su sueño. Vistos estos precedentes es Agassi quién debe estar preocupado. Afronta un match ball, tras su derrota ante el extraordinario Federer, ante un jugador que le tiene tomada la medida. El miedo debe estar en casa ajena, Juanqui.