Confianza en el Niño Torres

El Atlético es una balsa de aceite con Manzano en el banquillo, los gritos se han cambiado de acera por culpa de la goleada de Sevilla. Y el derby a la vista. En el Calderón todo el mundo prefiere poner cara de poker, pero empieza a crecer la ilusión de que esta temporada se puede hacer algo importante. En el Bernabéu y en esta Liga. Nadie lanza en el Atlético las campanas al vuelo y se trabaja pensando en el futuro. Si Lequi funciona, hay que renovarle antes de que le lleguen otras ofertas. Si Nikolaidis demuestra que es el compañero ideal para el Niño Torres, hay que intentar que siga una temporada más en el club. Y si en la portería se necesita un refuerzo, lo mejor es buscarlo cuanto antes, y si es posible aprovechando el mercado de diciembre. Esa es una buena política para que las cosas sigan funcionando bien. Este año el primer acierto fue dar confianza a Gregorio Manzano cuando las cosas venían mal dadas y ya aparecían los puñales.

Así que el Atlético vive días de tranquilidad con la Champions a tiro. Ahora, durante los próximos diez días, tienen la palabra la Selección y el Niño Torres. Su último partido con España acabó con un penalti fallado y muchas críticas. Otro se hubiera hundido. Él, no. El Niño ha emergido más fuerte de la crisis y llega en un momento extraordinario a la eliminatoria con Noruega. Sáez lo sabe y confía en él, lo ha hecho desde que estaba en las categorías inferiores. El talento y los goles de Torres deben contribuir a que España no se quede fuera de la Eurocopa de Portugal. Yo estoy convencido de que el Niño será el líder de la Selección española en el futuro. Y que nos dará muchos triunfos. Seguro.