El Sporting recibe al Terrassa sin ningún tipo de confianza, con la necesidad de ganar para seguir en la zona media alta de la clasificación, sin perder comba con las posiciones de cabeza. Marcelino dispondrá esta tarde del equipo que más podrá parecerse al que tiene en mente como alineación ideal. La duda puede estar en el lateral derecho, ante el regreso de Pablo, ya que podría mantenerse Alegre o retrasar la posición de Sastre.
El Terrassa llega a Gijón como equipo con vitola de defensivo, por lo que los rojiblancos ensayaron un estilo de ataque, pero con reservas, para frenar las contras egarenses, con respeto especial para el veterano Quique Martín, que casi siempre se le dio bien el Sporting. El partido aparenta que va a ser una lucha táctica, con una defensa a ultranza del conjunto catalán, para aprovechar sus salidas al contraataque, frente a un Sporting que tendrá que llevar la iniciativa del juego, para lo que suele encontrar dificultades en El Molinón. Para superar el síndrome que parece tener en su campo, el objetivo de los rojiblancos es marcar un gol cuanto antes, para poder encauzar el partido a su favor. En este aspecto, el conjunto gijonés deberán mostrar una agresividad ofensiva que en pocas ocasiones le ha caracterizado. Las principal novedad en el Terrassa (informa Sergi Estapé) es el debut del defensa canterano, Capó, en el centro de la defensa.
Aislamiento. Los rojiblancos quieren abstraerse de los problemas extradeportivos, ante la huelga convocada para mañana, debido a la deuda de cuatro nóminas con los trabajadores y otras tres con los futbolistas. De momento, el club suspendió los entrenamientos, como cierre patronal, lo que no se llevará a efecto por el compromiso adquirido por el entrenador en su calidad de trabajador, ya que la plantilla de jugadores está citada para un día normal, aunque no se ejercitarán y mostrarán su respaldo a los empleados leyendo un comunicado.
Bachiller, honrado por los veteranos
Cesáreo Bachiller, centrocampista del Sporting en los 40, recibió un cálido homenaje en el transcurso de un almuerzo, en el que se le impuso la insignia de oro de la Asociación de Veteranos, que preside el ex jugador Alberto. Bachiller, de 92 años, se sintió "emocionado por esta distinción que agradezco profundamente". El acto fue presentado por Janel Cuesta, quien hizo un resumen de la trayectoria de Bachiller, que jugó en Monforte, Lugo, Atlético Aviación, Granada y Real Madrid, además del Sporting.
