"El cisma europeo va para largo"

Más de doscientas federaciones bajo su control. ¿Manda usted más que el Rey de España?

No; eso no. Se podría decir que soy el entrenador de un gran equipo, o el ejecutivo de una empresa importante.

¿Teme que el fútbol se coma al baloncesto?

Son fenómenos de similar importancia mundial, aunque en determinadas zonas, como Europa o América del Sur, el fútbol tiene mucha más fuerza. Donde no hay comparación es en recursos económicos. El fútbol mueve presupuestos muy superiores.

Decía Saporta que el mejor cargo posible es el suyo: secretario general internacional. Gane quien gane en un partido, en un campeonato, usted siempre gana.

No es un cargo cómodo, créame. Se vuelve más y más complicado. El mundo cambia y ahora se nos presiona mucho, se nos piden cuentas y resultados. Se mueve tanto dinero que esto parece más un negocio que una actividad deportiva.

Pronto cumplirá un año de mandato. ¿Lo mejor y lo peor?

Lo mejor, que hemos creado una imagen común, hemos logrado unidad emblemática e identificativa de la FIBA en los cinco continentes. Lo peor, que el traslado de nuestro cuartel general desde Múnich a Ginebra aún no está consolidado. No hemos puesto todavía en marcha proyectos interesantes guardados en el cajón.

Pese a los anuncios de paz, el cisma del baloncesto europeo permanece. ¿Por qué, y por culpa de quién?

FIBA y FIBA-Europa reconocen culpas en el pasado, cuando se produjo esta situación, pero en las últimas negociaciones con la ULEB hemos hecho todo lo posible para que se arreglase, mucho más que en todas las negociaciones previas.

¿Cuál es el problema? ¿El control de los árbitros?

No: ahí se alcanzó un acuerdo en mayo. El muro está en que la ULEB no sólo quiere controlar la Euroliga, sino todas las competiciones continentales de clubes. Por eso creo que la situación no tiene arreglo cercano. Ojalá me equivoque, pero no creo que ambas partes, FIBA-Europa y ULEB, estén aún preparadas para sentarse de nuevo a negociar.

El presidente de FIBA Europa, Vassilakopulos, quiere renegociar el convenio con la NBA, pero Stern ya le dio un tirón de orejas. ¿Qué opina?

En Europa no hay las mismas condiciones económicas que en la NBA. Mientras los jugadores tengan la oportunidad de solucionar allí su futuro, esa fuga de valores será inevitable. Falta mucho para que sea viable una Liga Europea equiparable a la NBA. De cualquier modo, los contratos se respetan. El sistema funciona.

Sorteo en Madrid del torneo olímpico de Atenas. ¿Motivo?

Sencillamente, que el Bureau Central de la FIBA celebra en Alcobendas su reunión de este año. Los organizadores de los Juegos nos pidieron que adelantásemos el sorteo masculino, puesto que se conocían ya todos los equipos. Así se podrá anticipar la venta de entradas.

¿Caerá el Dream Team en los Juegos, como cayó en el Mundobasket?

El equipo de Estados Unidos será muy fuerte, pero lo ocurrido en Indianápolis dará más confianza a otras selecciones. Mi deseo es que haya un gran nivel y mucha emoción. Creo que en Atenas el baloncesto causará un impacto similar al de Barcelona-92, cuando apareció el primer Dream Team. Pero más que el posible campeón me preocupa que los equipos africanos y asiáticos evidencien la mejoría que el baloncesto ha tenido en el mundo la última década.