Rally | RAC
Caras largas al grito de campeón
Sainz fue recibido en Barajas entre vítores: "No sé qué haré en 2005".
Carlos Sainz, su mujer Reyes, y su mánager, Juanjo Lacalle, aterrizaron en Barajas a las ocho y media de la tarde. Sus caras reflejaban el disgusto de ayer. A diferencia del último Mundial en el que estuvo tan cerca de la victoria, en 1998, esta vez no hubo un recibimiento multitudinario. Sí que le esperaban una docena de irreductibles, bandera española en ristre, al grito de "¡Carlos, campeón!".
El madrileño se reafirmó en los problemas de la cámara de marras, y en su intención de dejar el Mundial: "No sé lo que ha dicho la empresa de la cámara. Habrá sido un cortocircuito de los cables. Había humo, olor y varios testigos. Pero abandoné porque me desconcentré. No hay que buscar tres pies al gato. Lo siento por la gente que me apoya, pero ahora hay que pensar en el futuro. Tendré que llegar al RAC con el Mundial ganado, para lograr el título (je). ¿Seguiré ligado a los rallys cuando me retire? No sé. Tengo un año para pensar a qué dedicar tantos esfuerzos".