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Boxeo | Karim Quibir

"El título de Europa es mi próximo objetivo"

William de Sousa le partió la mandíbula defendiendo a vida o muerte su título Intercontinental, que, por cierto, retuvo, el pasado febrero. Pero no le partió su ascendente carrera en el ring. Ocho meses después, Karim Quibir vuelve al cuadrilátero con una mandíbula reconstruida e ilusiones renovadas: acaba de ser nombrado aspirante oficial al campeonato europeo.

Karim Quibir

-Vuelve ocho meses después de su fractura de mandíbula, ¿cómo afronta esta pelea?

—Reconozco que estoy un poco inquieto. Tengo la sensación de que es como si volviera a empezar porque me falta esa continuidad que da el ring, pero a la vez vuelvo con mucha ilusión. Me acabo de enterar que ya soy oficialmente el aspirante para disputar el Europeo del peso gallo. Este título es mi próximo objetivo.

—¿Qué ha sido lo más duro de todo este tiempo que ha estado fuera del ring?

—Todo. Estuve 67 días sin probar alimento sólido, comía por un tubo, no podía bostezar y lo peor de todo es que casi no podía hablar porque tenía los dientes pegados y la gente no me entendía. Era desesperante. He tenido días muy malos. La verdad es que los cirujanos han hecho una obra de arte. Me han colocado tres placas de titanio y no me chasca nada la mandíbula.

—¿Ha sacado algo positivo de todo esto?

—Por supuesto, he madurado mucho como boxeador y pienso que ahora estoy mejor que antes. He aprendido, por ejemplo, a boxear en todas las distancias. Antes pecaba de ir mucho hacia delante.

—¿Se puede decir que ya está a tope de forma?

—Yo me encuentro al cien por cien. Pero me ha costado. En verano engordé mucho. Llegué a pesar sesentaitantos porque después de tres meses sin comer me desquité. Postres, calorías... Una ruina.

—¿Le ha costado mucho volver a dar el peso?

—No ha sido lo que más me ha costado. Lo peor han sido las nueve últimas semanas de entrenamiento. Con lo de la mandíbula no podía correr. Y después de tanto tiempo volver a las sesiones dobles, a los ejercicios físicos fuertes, ha sido muy duro.

—¿Qué sabe de su rival, el ucranio Oleg Rubailo?

—Que es fuerte, más alto que yo... Da igual, ahora sólo pienso en no defraudar a toda esa gente que me sigue y que tanto me ha apoyado en los malos momentos. Esto es lo único que me inquieta.

—¿Y después de Rubailo, se volcará en el Campeonato de Europa, supongo?

—Pelearé antes en diciembre y luego, sí, el Europeo. Soy el aspirante y ya no hay vuelta atrás.

—¿Ya sabe con quién lo va a disputar?

—Eso ya me da igual. Me he ganado mi papeleta de aspirante y la voy a cumplir bien.