"No tengo una varita mágica"

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"No tengo una varita mágica"

"No tengo una varita mágica"

Vega-Arango dice que hace lo posible para pagar antes del 10

El objetivo de Manuel Vega-Arango, presidente del Sporting, es cumplir con los pagos que tiene pendientes con los empleados antes del día 10 de noviembre, fecha fijada por éstos para hacer un plante, en medida de protesta por las cuatro pagas que se les adeuda. El dirigente eludió hacer manifestaciones sobre la convocatoria de huelga y se limitó a decir que "hacemos lo que podemos", y agregó que no tiene "una varita mágica". Asimismo, indicó que "desde que nos hicimos cargo del club hemos afrontado pagos por casi 1.500 millones de pesetas (9 millones de euros), pero esto no se reconoce".

Por otro lado, Vega-Arango considera que este tipo de medidas son perjudiciales para la marcha de la entidad, además de lamentar los embargos de algunas personas conocidas y que tenían la vitola de sportinguistas. En este sentido, desde el club se apunta a Viliulfo Díaz, ex asesor jurídico y financiero de la entidad en la etapa de mayor deterioro, y Gabino González, ex jefe administrativo. A ambos les vincula una amistad, además de utilizar los conocimientos que tienen sobre la estructura de la entidad para proceder a embargos que, según los dirigentes, están causando un gran perjuicio, con la posibilidad de colapsar la operatividad del club.

El problema que tiene el Consejo es de falta de liquidez hasta enero, ya que con el nuevo año se liberará el contrato por la cesión de los derechos de imagen, así como algunos pagarés del traspaso de Pablo Amo al Deportivo. Por otro lado, está pendiente de renovación el convenio de colaboración publicitaria con el Ayuntamiento, a razón de 300.000 euros anuales, que concluirá en el mes de febrero.

El Sporting adeuda a sus empleados cuatro pagas y deberá hacer frente a otras tres más antes de finalizar el presente año. El importe global gira en torno a los 420.000 euros, más otros 900.000 de fichas de jugadores de la primera plantilla, correspondientes a la pasada temporada, más las cinco mensualidades que se tendrán que abonar el 31 de diciembre a los futbolistas. El importe global está en algo menos de 1,8 millones de euros, cantidad que se espera concretar a través de una operación de crédito respaldada por los documentos firmados con la Liga de Fútbol Profesional y el que está pendiente de renovar con el Ayuntamiento gijonés.

De todas formas, la solución económica definitiva, según Vega-Arango, pasa por el ascenso del equipo a Primera División. Además, el presidente ya ha emprendido una reducción en el capítulo de gastos, sobre todo en la planificación de la renovación de fichas de los jugadores. Según este nuevo plan, los topes salariales de los futbolistas no serán superados en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, según matizó ayer el máximo dirigente sportinguista.

El vestuario esperará al 30-N

Chus Bravo, uno de los capitanes de la plantilla del Sporting, subrayó que "respalda la postura de los empleados", en alusión a la convocatoria de huelga para el próximo día 10 de noviembre pero, de momento, "en el vestuario no hemos adoptado ninguna decisión, porque ahora nos preocupa el partido ante el Poli Ejido". El defensa gijonés expuso que les adeudan "tres mensualidades. El 30 noviembre tienen que abonarnos el importe de los pagarés con la parte que queda de la ficha de la pasada temporada y, si no se cumplen, veremos qué hacemos". De todos modos, el zaguero insistió en que su caso está "aparcado" ahora mismo.