Tal vez sea alternativa
En cualquier sistema democrático, frente al poder establecido, aparece la leal oposición. En el Atleti, desde que se constituyó en Sociedad Anónima Deportiva, la opinión de sus abonados y simpatizantes sólo puede manifestarse en esporádicas ocasiones. Unas veces a favor de Jesús Gil, por ejemplo cuando se consigue el doblete, y otras en contra, fundamentalmente ante los malos resultados. Como no hay elecciones no se sabe el peso real de cada una de las facciones. En la pasada primavera Gil pareció tirar la toalla ante las numerosas muestras de descontento de los aficionados. Renunció a la presidencia y declaró que vendería las acciones de las que era propietario. ¿Pensaba en lo que decía? ¿Decía lo que pensaba?
Se dieron a conocer diversas opciones de posibles compradores y a todos los calificó Gil de arribistas y mindundis. No conozco a Alfonso Camba, pero los informes de gente seria que le ha tratado me lo presentan como un hombre que conoce a fondo la historia del club rojiblanco; que tiene las ideas muy claras sobre el devenir del club; que dispone de importantes recursos económicos para adquirir la mayoría de sus acciones, como es lógico en justiprecio.
Lo de Alternativa suena bonito. Otra forma de gestión para volver al puesto que el Atleti se merece, para estar en Europa, para abandonar las páginas de sucesos, para crear una nueva ilusión esperanzadora que haga olvidar lo de el Pupas.
Sufrir, se sufrirá siempre que el equipo no obtenga la victoria, pero no es lo mismo hacerlo por el peligro de descender a Segunda que por perder la final de la Champions.