"El homenaje me tiene desbordado"

¿Sabe que ha marcado usted una época?

Lo intuyo por las innumerables muestras de cariño que estoy recibiendo y por un homenaje del que esperaba fuese un simple partido, pero que me ha desbordado.

Usted ha sido único, pero nunca acabó de explotar con la selección de España.

Sólo tuve un momento mágico en Córdoba 96. Luego, cuando me debió llegar mi momento en el Mundial de España y el Europeo de Granada, con 28 años, una lesión me dejó fuera. Pero viví en directo los títulos de Guatemala y Moscú, y eso no lo olvidaré nunca.

Y su estilo de juego ¿dónde se puede aprender?

No sé. Poseo unas condiciones y las exploto. Siempre me ha gustado arriesgar, ser atrevido... Pero también eso me ha llevado a descuidar otras condiciones como no desgastarme en defensa.

Ya, pero ser cinco veces pichichi debe valorarlo cualquier equipo, ¿o no?

Yo valoro más, al margen de esos cinco trofeos que hablan por sí solos, haber estado todas las temporadas, salvo la de mi lesión, entre los máximos goleadores. Eso sí que me enorgullece.

Ahora tiene 36 años. ¿Hasta cuándo sorteará rivales?

No sé. Anímicamente estoy como un toro, pero cuando la cabeza vaya más rápido que las piernas, lo dejaré. No he nacido para chupar banquillo.