Tres puntos de oro
Ya tocaba ver acabar un partido del Espanyol y que el resultado era favorable para el equipo de Clemente. Eso dará tranquilidad. Seguro. El juego no fue nada bueno, todo sea dicho, pero esta vez, la actitud del equipo se vio favorecida por la única ocasión que tuvo que el grupo en toda la segunda parte. Si no se chuta a portería, no se marcan goles, eso parece que queda claro.
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De ahí la importancia de Óscar García. El centrocampista es fundamental en el equipo. Le pueden acusar de todo, pero tiene clase. Y en un equipo peleón como el de Clemente, la calidad pasa por jugadores como él. Lo demostró. Un lanzamiento muy ajustado fue suficiente para superar a Ricardo y para dar una alegría a la parroquia españolista, que más de alguno se veía en Segunda.
Otro que hizo un buen partido fue Jordi Cruyff. Después de muchos partidos lesionado, el hijo del mito del otro equipo de la ciudad, demostró que puede tener sitio en el equipo, aunque ayer dejó su clase para mostrar su lucha y entrega. Lo hizo bien. En cambio, Maxi apenas pudo hacer nada, al igual que Raúl Molina, que abandonó el terreno de juego con cara de pocos amigos. Lo de Tamudo es de auténtica mala suerte. Otra lesión le hizo tanto daño a él como a los aficionados, que el domingo asistirán al duelo con Paco Flores.
