NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Primera | Atlético

Manzano encuentra lateral en el filial

Actualizado a
<b>MOLINERO</B>. El toledano aún está en edad juvenil, pero siempre se ha movido por delante del resto de su generación.

Francisco Molinero (26 de julio de 1985) aún vive en Ontígola (Toledo) con sus padres, que le llevan en coche a Madrid cada mañana para que entrene con el filial rojiblanco. Por la tarde, el lateral derecho más prometedor del fútbol español asiste a clase y termina la jornada regresando en tren a su casa. Tarda hora y media y llega, agotado, ya bien entrada la noche. Pero no se queja porque, en sus propias palabras, "jugar en el Atlético es el sueño de toda mi vida". Ahora su sacrificio y calidad tendrán una nueva recompensa, ya que en los próximos días se incorporará a los entrenamientos del primer equipo.

Aunque los técnicos rojiblancos cuidan con mimo la evolución de Molinero y no quieren precipitar los acontecimientos, las lesiones de Contra, Aguilera y el comodín García Calvo han dejado en cuadro el lateral derecho atlético. Por lo que pueda pasar, Manzano ha decidido tener cerca al futbolista que siempre al que todo el mundo en el club señala como el propietario indiscutible del puesto durante muchos años.

El toledano aún está en edad juvenil, pero siempre se ha movido por delante del resto de su generación. Ganó la Liga de División de Honor juvenil hace dos años, a las órdenes del técnico-milagro Abraham García; la pasada campaña ya jugó varios partidos con el filial de Segunda B, donde ahora es titular indiscutible. Además, debutó con el primer equipo esta pretemporada ante el Rayo. Internacional en todas las categorías inferiores, entró en la última convocatoria de la Sub-20 y podría disputar el inminente Mundial de Emiratos Árabes Unidos.

Una carrera imparable para un hincha rojiblanco de toda la vida y tan centrado que sus compañeros en el Europeo Sub-17 de Dinamarca aún recuerdan asombrados como, en las charlas típicas de la edad, siempre repetía: "¿Novia? Ahora paso, no quiero que nada me distraiga del fútbol". Parece que en el caso de Molinero, tanto sacrificio tiene premio.