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Segunda | Las Palmas 1 - Almería

La maldición del estadio continúa

Las Palmas empató con suerte y esfuerzo contra un serio Almería

Jerónimo Cabana
<b>NO PUDO SER</B>. Rubén estuvo ayer bien marcado, le faltó suerte en un mano a mano y no pudo anotar su décimo gol de la temporada.
carlos díaz

La Unión Deportiva sigue sin poder ganar en su casa y ayer cosechó un empate que costó suerte y trabajo a partes iguales frente a un Almería muy disciplinado, serio en defensa y con picardía arriba. El estadio de Gran Canaria sigue maldito.

Con la enésima innovación táctica de Juan Manuel Rodríguez inició Las Palmas la primera parte un tanto descolocado. Las posiciones eran muy difusas, se salió sin un play-maker que repartiera el balón con criterio y pocos jugadores mantenían la situación. Así, entre situarse, empezar a sudar y saber quien era quien, pasaron 40 minutos de despiste y sólo en los últimos cinco se vieron acciones ofensivas de mérito por parte amarilla. Por su lado, el Almería salió con sus dos ideas muy claras: defensa recia para detener a Rubén y circulación del balón sencilla y vertical para desequilibrar en el área, en el mano a mano. La primera parte fue sosa, sin ocasiones que hicieran trabajar a los porteros.

Con el paso de los minutos, el Almería se sentía cómodo con el 0-0, pero Las Palmas se sintió obligado a ir a por la victoria, con lo que estiró el campo por las bandas, aunque no encontró un fisura para colarse. Quien sí acertó con un punto débil fue el canterano del Almería Juanma, que de un latigazo lejano metió el 0-1 para aumentar el confort de su equipo y la incomodidad del rival.

El tanto en contra fue una cuesta arriba que dejó mustio, sin vida, a un equipo que no tenía el balón y que cada vez que lo recuperaba, no sabía cómo repartirlo con criterio.

Rodríguez apostó por hacer cambios y la jugada le salió, puesto que enseguida llegó el empate y tras él, otras ocasiones a balón parado que hicieron que el Almería lo pasase francamente mal. Con la entrada de David González y Changui, se animó Momo y con los tres, el partido resurgió unos minutos, hasta que Casuco echó el freno con pérdidas de tiempo. Pese a ello, en los últimos cinco minutos Las Palmas se multiplicó en acciones ofensivas desesperadas. La más clara, un mano a mano de veinte metros de carrera de Rubén con Cano que el portero desbarató y que Jotha no pudo aprovechar en el rechace, lanzando el balón muy lejos.

Tras esa acción el árbitro decidió prolongar el partido siete minutos en los que Las Palmas asedió sin fruto la portería rival, alentado por el público, que el estadio nuevo tiene menos fuerza que en el viejo Insular.

EL DETALLE: El pichichi Rubén no pudo marcar ayer

Rubén Castro se fue ayer sin marcar del estadio de Gran Canaria. El delantero llevaba una media de un gol por partido y ayer la echó a perder con una mala tarde. Sólo le faltó suerte para marcar en su octavo partido de la jornada.