En pocas palabras, ¿quién es ese tal González que juega en el Mallorca?

Pues es un jugador joven, que trabaja día a día y que allí donde le ponga el míster juega, de lo que sea.

Lateral, interior... ¿chico para todo para triunfar?

Sí, sí. Donde me diga el entrenador. Con tal de jugar a primer nivel, soy capaz de hacerlo hasta de portero.

¿Qué le dio a Pacheco para hacerse intocable?

A él siempre le estaré agradecido. Pero lo único que le ofrecí es mucho trabajo desde que me llamó para la concentración de Birmingham.

¿Cómo pasa uno en un par de meses de la Segunda B a Primera sin marearse?

La verdad es que es complicado porque el nivel es muy diferente. Los compañeros te ayudan mucho porque tienen bastante experiencia. Pero bueno... aquí no se comen a nadie.

¿Ser canterano en España es para echarse a llorar?

No, tampoco es eso, pero sí que hace falta que te den un empujoncito, la opción de debutar en el primer equipo.

Usted se hizo un hueco en la pretemporada, ¿qué les diría a los que afirman que no sirve, que los onces ya están decididos?

Que no es así, que hay que ir con toda la ilusión del mundo. Si algunos van al ochenta por ciento, pues tú tienes que estar siempre al cien por cien.

¿Y cómo se ve desde el filial que te pongan por delante a un extranjero que no le conocen ni su casa?

Los clubes tienen que reforzarse. Si fichan a alguien, será que tienen buenas referencias.

¿Pero no sería mejor tirar más de la cantera?

Sí. A la vista de cómo está el fútbol hay que dedicarse a cuidar la cantera para subsistir. El Madrid es un ejemplo ahora por la proyección que le está dando.

Así que le gusta eso de ‘zidanes’ y ‘pavones’.

Hay clubes que sólo pueden tener pavones, así que algunos modestos como Villarreal o Zaragoza debían aprovechar a los jóvenes.

Con canteranos de las últimas hornadas podríamos formar un buen equipo, ¿no?

Ahora me vienen a la cabeza Reina, Valdés, Del Horno, Arteta, Riera, Parri... Por la izquierda no sé a quién pondría (se ríe).