Segunda
No saben cómo llenar el estadio
La directiva se desespera con la baja afluencia al Heliodoro. Julio Luis: "Si regalásemos las entradas, tampoco vendrían"
El Tenerife se está encontrando en el inicio de esta campaña, con un problema que parece no tener solución. Pasan las jornadas, el equipo continúa invicto, hay más canteranos que nunca en la plantilla y los precios son asequibles para cualquier bolsillo, pero la gente no termina de responder. El estadio apenas llega a los 10.000 espectadores en cada partido. El club pretende que esto cambie en las próximas fechas, aunque se sabe que no va a ser nada fácil. Desde la directiva no se entiende que el público no esté acudiendo a la llamada del equipo. Desde el principio de la temporada se ha insistido en la importancia que tiene el hecho de que el equipo se sienta arropado. A esto, además, hay que unir la mala situación económica, que precisa que al Heliodoro vayan muchos espectadores para lograr buenas taquillas.
El portavoz del Consejo, Julio Luis Pérez, era ayer muy sincero: "No me lo explico. Desde el Consejo de Administración lo estamos poniendo todo para que se acuda al campo. El equipo va bien, se está contando con gente joven de la casa. No sé qué excusa se puede poner para no ir a los partidos. Sabemos que hay seis o siete mil espectadores que son muy fieles, pero con esos es muy difícil que se pueda mantener un equipo competitivo. Yo he de reconocer que estoy bastante decepcionado con el aficionado en general, no con los incondicionales. Es incomprensible que teniendo 18.000 accionistas, sólo vayan 8.000 personas al Heliodoro Rodríguez López".
A pesar de que se medían cuarto y primer clasificado el pasado sábado en el Rodríguez López, la entrada de público fue la más floja desde que diera comienzo esta temporada. Al choque acudieron 8.914 espectadores. El partido era televisado y eso sin duda restaría afluencia, pero incluso así, la entrada se puede considerar como muy floja teniendo en cuenta que el equipo visitante es el favorito número uno a dar el salto de categoría.
Julio Luis Pérez piensa que no se trata de un tema económico. "Yo empiezo a creer que aunque regaláramos las entradas, la gente no iría al campo. Hay algo aparte del precio, porque tenemos las entradas más baratas de la Segunda División. Se puede ver un partido de Segunda sólo por nueve euros. Tampoco me vale el tema de la televisión, porque el derby fue televisado y fueron 23.000 personas", afirma el portavoz del Consejo.
El Heliodoro Rodríguez López está muy lejos de las mejores entradas de Segunda. Destacan los 16.000 de media del Ramón de Carranza, los 14.000 del Colombino y del estadio de Gran Canaria, que muchas veces superan a las afluencias de campos de Primera, como los de Osasuna, Murcia o Valladolid. En un segundo escalón están otros estadios de equipos con aspiraciones de ascenso con buenas cifras como los 10.000 de El Molinón, Mendizorroza o el Ciudad de Valencia. En esa cifra se viene manejando el Tenerife en las últimas jornadas, aunque le gustaría subir un escalón más y acercarse a los más grandes de la categoría. Pese a los esfuerzos de marketing de la actual directiva y a los relativamente buenos resultados de la era David Amaral, el tinerfeñismo sigue dormido a la espera de que un empujón ponga al equipo en puestos de ascenso para empezar a apoyar en el objetivo del ascenso.
Mientras el club se desespera, las peñas tampoco encuentran una solución. Fernando del Castillo, presidente de la Federación de Peñas, lo tiene claro: "Hay un grupo de aficionados, siempre los mismos, que vamos al campo independientemente de cómo esté el equipo, de si estamos en Primera, en Segunda o en Tercera. Sin embargo, el resto son resultadistas. La gente se quejaba de que las entradas eran caras y de que no había futbolistas de la cantera. Ahora eso ha cambiado y siguen sin ir al estadio". Del Castillo se mostraba resignado: "La solución para llenar el Heliodoro es que el equipo suba a Primera y que vengan el Madrid y el Barcelona. Entonces la gente iría, pero para ver a esos equipos, no a los jugadores de su tierra".
Por otro lado, Mercedes, presidenta de la animosa peña César Gómez, tiene muy claro que aquí no existe verdadera afición al fútbol: "Los aficionados están muy condicionados por los resultados que haga el equipo. El estadio no se va a llenar porque aquí siempre vamos los mismos; los que apoyamos al equipo esté donde esté. David Amaral está sacando muchos jugadores jóvenes, así que yo no sé qué es lo que quiere la gente para acudir al campo. Aunque te pones a pensar y el estadio no se llenaba ni cuando jugábamos la UEFA. Pienso que se está dejando al equipo un poco de lado y es en estos momentos, cuando el club atraviesa por dificultades económicas, cuando más hay que apoyarlo".