Su primer gran triunfo fue ante la enfermedad

Joane Somarriba (Sopelana, Vizcaya, 11 de agosto de 1972) es una neska indarra (chica fuerte), una cualidad que le ha llevado, pese a los innumerables obstáculos que ha tenido que esquivar, a donde ha querido, a lo más alto del ciclismo mundial. Cuando apenas tenía 20 años se enfrentó al golpe más duro de su vida. En 1991, en plena preparación para los Juegos de Barcelona, tuvo que someterse a una operación de hernia discal que a punto estuvo de dejarla en una silla de ruedas.

Fue su primera gran victoria. Y desde entonces no ha parado de luchar... y de ganar. Apoyada en todo momento por su marido, el ex ciclista Ramontxu González Arrieta, al que conoció en aquella difícil época, Joane ha ido conquistando metas poco a poco, sin desfallecer, incluso en los momentos en que no aparecían los sponsors. Ella asegura que su nacionalismo no le ha "perjudicado" en este sentido. "Soy vasca y estoy orgullosa de ello y de llevar la bandera de mi tierra", reconoce. En Euskadi, una tierra donde la afición por las bicicletas crece al tiempo que sus kilómetros de bidegorris (carriles para bicis), es un auténtico icono. Sabe que le quedan un par de años para cumplir los sueños deportivos que le quedan. Ayer se realizó uno de ellos, ser campeona del mundo. Pero aún le queda otro, colgarse una medalla olímpica. ¿El precio? Lo que cueste. Joane nunca escatima esfuerzos.