Parece que jugarán once contra uno

Se habla de los protagonistas en función de su relevancia. Por eso se habla poco de Javier Clemente en los últimos años. Citas como la de hoy sirven para que el papel de extra cambie por unas horas. Debe ser duro sentirse alejado de la pomada, saber que tu influencia se limita a una rueda de prensa los miércoles, donde hay que esforzarse para que te saquen un titular al día siguiente. A Javi le va la marcha y por eso esta semana ha sido su semana de gloria. Juega en el Bernabéu. Mientras hemos repasado la lesión de Beckham, el estado de forma de Helguera o las posibilidades de futuro de Guti, del rival hemos hablado de su entrenador, luego de su entrenador y finalmente de su entrenador. Es posible, según como salgan las cosas, que nos diga que todo fue una táctica para quitar presión a sus chicos. Lo usaba mucho .

Pero su discurso no ha cambiado tanto. Tan llano y popular como siempre, aunque con menos poder (ahora ya no es tan sencillo descolgar un teléfono y mover voluntades). La dura realidad es que, pase lo que pase hoy, volverá a su papel secundario en esta Liga de las estrellas. Y no porque el club en el que está sea segundón (que ya le veo venir) sino porque sus ideas se agotaron cuando estaba en la cresta de la ola, cuando intentó implantar no sólo un estilo de juego, sino un sistema de relaciones entre técnico, jugadores y prensa. Aquello, felizmente, es historia. Hace una década proclamaba que con hablar con una radio y un periódico determinado, era suficiente. A los que despreció y miró por encima del hombro siempre, son ahora los que generan la opinión. Así son las cosas.