Sainz sobrevive y Loeb domina

Todo honestidad, Sainz no se ha quejado de su estado físico en la primera etapa del Rally de Sanremo. Pero su cara no era la de siempre. En su rostro se reflejaba la reciente operación de riñón, los antibióticos que corren por sus venas y la falta de ejercicio durante una semana. Aún así, acabó cuarto.

A todo ello Carlos ha tenido que sumar un tacto de frenos demasiado duro, que no le ha permitido conducir a tope en toda la etapa, y un ligero problema con una barra estabilizadora que le ha hecho perder tiempo en dos tramos. Y aún así, ha sido cuarto. Sólo el intocable Loeb, su enemigo en casa, y los dos Marcos, Martin (que tuvo problemas de temperatura en su Ford) y Gronholm, marchan por delante de él. Pero la mejor noticia es que el líder del campeonato, Richard Burns, está hundido en décima posición, y Petter Solberg, que marcha empatado con Sainz en la tabla, se ha retirado al quedarse sin gasolina. Por tanto, esa cuarta posición de Sainz invita al optimismo, que no es total por la nueva demostración de un Loeb, cuya cotización como candidato al título sube día a día. Sólo Sainz parece en condiciones de frenarle.

El que ha perdido muchas opciones en su lucha por el título júnior es Cañellas, que sufrió un pinchazo y se ha hundido en su categoría. Pero es octavo, puede recuperar y aún le quedan Cataluña y Gran Bretaña.

"Estoy cansadillo". El madrileño explicó sus sensaciones: "Tal y como ha ido la semana, no nos podemos quejar. Estoy un poco cansadillo, y en alguna ocasión parecía que me iban a dar calambres, pero no hay que cargar la culpa de nada sobre eso, que no ha afectado tanto. Lo peor es que se ha soltado una pieza de las barras estabilizadoras y hemos perdido algún tiempo en dos tramos. Intentaremos coger a Gronholm y esperar a ver lo que pasa".