Milagro olímpico

En el minuto 11 nuestro equipo estaba muerto (34-14 para Polonia) y en el 30 todo quedaba dispuesto para el entierro (71-56). Sólo un milagro podía salvar a nuestras chicas. Y ocurrió. Con parcial de 10-31 en los diez últimos minutos, España no sólo ganó, sino que tuvo incluso unos segundos finales de éxtasis, de alborozo pleno por la seguridad del éxito (81-87).

Medalla de bronce para la selección española en el Eurobasket femenino. Se mantiene lo conseguido en la edición anterior (Francia 01) y se añade una propina maravillosa: pasaporte olímpico. Era el gran objetivo, y también se ha logrado. Sólo se concedían tres en este campeonato, así que había que ser medallista para recibirlo. España hizo méritos sobrados en la fase inicial y en el cruce de cuartos (seis victorias consecutivas), pero dio la impresión de que la derrota en semifinales ante Rusia y el batacazo ante Polonia en la clausura borrarían el sueño. Por suerte, hubo un feliz despertar.

Y es que los tres primeros cuartos del partido fueron una auténtica pesadilla. España, atenazada por los nervios, se estrelló de salida contra la defensa en zona de Polonia, cuya gigante Margot Dydek, con sus 2,16 m, era un valladar inabordable. Improductivo en el juego interior y torpe en el perímetro, el equipo español vio cómo su rival se escapaba irremisiblemente en el electrónico, efectivo en la transición (muchos balones interceptados) y en los ataques organizados.

Cuando todo estaba perdido, 15 puntos abajo en el último periodo, los triples brotaron como un surtidor en el bando español, junto a una defensa agresiva que frenó en seco a las polacas. Y, ante el estupor propio y ajeno, España salió del infierno.