Marina Ferragut nos lleva a las semifinales

España se juega esta noche ante Rusia un puesto en la final. Es decir, ambas selecciones repiten el encuentro del miércoles, aunque ahora es a cara o cruz. Para el que gane, doble premio: un puesto en la final y el pasaporte olímpico. Hace cuatro días ganó España; es la referencia más cercana.

Para estar en las semifinales las chicas de Vicente Rodríguez tuvieron que superar más problemas propios que los que realmente representaba Serbia-Montenegro, que durante 30 minutos se aprovechó de la impaciencia y la ansiedad española para sembrar dudas en la Selección. No era la España de los días anteriores, sino otra más revolucionada que no encontraba la canasta por exceso de todo: penetraciones a mil por hora y sin tacto, lanzamientos poco seleccionados...como si hubiese que ganar por la vía rápida. Un ejemplo: Amaya Valdemoro (19 puntos al final) llevaba un triple en juego de 9 lanzamientos en la primera parte. ¡Horror!

Pero España, con su defensa inteligente y agresiva, no podía perder. En el tercer cuarto remontó, y se encontró con una veterana y experta Marina Ferragut para apuntillar a Serbia en cinco minutos geniales: tres lanzamientos de la pívot, tres triples, el que daba la ventaja del tercer cuarto (53-51), y los dos que ampliaban la renta a esa diferencia en la que la presión era entera para las serbias. Entonces España ya pudo correr, culminar sus contragolpes, rematar la faena y divertirse. Mejor así. Ganar sufriendo es mucho más gratificante.