El Deportivo mide la solvencia de su liderato ante Osasuna con un contratiempo inesperado y curioso, protagonizado por Enrique Romero. El jerezano pasó ayer toda la noche en el Hospital de Navarra después de que se le hinchase la mano por una picadura de una culebra. El lateral, junto a otros compañeros, se encontró esta pequeña y aparentemente inofensiva serpiente de unos 15 centímetros en la pista del aeropuerto de Pamplona y decidieron juguetear con ella. El primero en acercarse fue Víctor, que la acarició en la cabeza. No pasó nada. Luego fue Romero el que decidió dar un paso más y tocarla en el cuerpo. La serpiente reaccionó y mordió en el dedo al lateral. En principio, no le dio importancia, pero a medida que pasaban los minutos, el dedo se le fue hinchando de forma alarmante.
Ante este panorama, el doctor Cobián decidió trasladarlo al Hospital de Navarra: "Lo llevamos allí por precaución. Le dimos un antihistamínico y pensamos que lo mejor era que se quedase toda la noche. Si todo va bien, se le dará el alta mañana (por hoy) y ya estará a disposición de Irureta para que pueda disponer de él". De las palabras del médico se desprende que Romero no es baja, pero parece complicado que conserve el lugar en el once que tenía asegurado. Entraría por él Capdevila.
Este incidente eclipsó un poco el Osasuna-Deportivo, en el que el equipo coruñés defiende su posición privilegiada con Pandiani como el delantero elegido por Irureta, en detrimento de Diego Tristán. El gran peligro de los pamploneses serán las jugadas a balón parado, ya que sólo han marcado en esta Liga en jugadas de estrategia.
Osasuna: presupuesto a la baja
Osasuna celebró ayer una asamblea de socios compromisarios de carácter ordinario que transcurrió con total normalidad. Durante la misma, la junta mostró a sus socios las cuentas de la pasada campaña, que fueron aprobadas por mayoría. Luego se presentó el presupuesto del club para afrontar la presente temporada, que será de 13,8 millones, en vez de los 14 de la campaña pasada, y finalmente los socios compromisarios tuvieron la oportunidad de hacer todo tipo de ruegos y preguntas.
