Grandes arquitectos se acercan al fútbol

El reportaje | Los estadios se convierten en obras de arte

Grandes arquitectos se acercan al fútbol

Grandes arquitectos se acercan al fútbol

el paísNuevo Riazor

El fútbol va refinando sus gustos y necesita nuevos templos: estadios que adquieran el perfil de símbolos de la ciudad y que generen recursos económicos adicionales.

Algunos arquitectos se han empeñado en que un campo de fútbol pase a formar parte de los tratados de Historia del Arte. Norman Foster, Peter Eisenman, Ricardo Bofill, Jaques Herzog y Pierre de Meuron o, incluso, Santiago Calatrava están dispuestos a estampar su firma en un estadio, alguno de ellos ya con planos, como la Nueva Romareda de Bofill que el ex alcalde de Zaragoza, José Atares, bautizó en la presentación como "otra postal" para la ciudad a la altura de El Pilar. El propio arquitecto, que pidió consejo a Johan Cruyff, pretende crear "una obra de arte funcional" a base de facilitar la cercanía del público y los jugadores. "Lo mejor para favorecer el contacto es construir un estadio-olla —dice Bofill— que vuelva a la concepción de las arenas romanas, porque el fútbol en España se vive como una fiesta". Una fiesta en la que la luz tendrá un tratamiento especial y de la que se excluirá al molesto viento del Cierzo, a través del cerramiento de varias zonas para evitar corrientes. "Será el campo más bonito de España", anuncia Bofill.

Pero tendrá que ser el más bello con permiso de Lendoiro y el Deportivo. El presidente tiene entre sus manos el proyecto de Peter Eisenman para el Nuevo Riazor y las pretensiones son ambiciosas. "Será el más bonito del mundo, porque es imposible ver en cualquier otra parte una buena jugada y al mismo tiempo contemplar cómo rompe una ola", anticipó Lendoiro, ya que esta "obra maestra" de la arquitectura mundial abierta al mar contempla una rampa peatonal que une la playa de Riazor con la grada.

La pega para el Nuevo Riazor es que debe contar con el apoyo del consistorio de Francisco Vázquez, aún remiso. Pero Eisenman, que trabaja en la Ciudad de la Cultura de Galicia, el Memorial del Holocausto de Berlín o el Olímpico de Leipzig y que sigue en directo las evoluciones de otros artistas como Valerón o Tristán, está convencido de que su obra orgánica en simbiosis con el mar saldrá adelante. El fútbol y el arte se lo agradecerían.

Norman Foster puede jubilar San Mamés

Norman Foster, que ya dejó su huella en Bilbao con el metro y sus famosas bocas bautizadas como fosteritos, es el elegido por el Athletic para construir el campo que jubile San Mamés, aunque ahora Ayuntamiento y club se hayan enzarzado en una polémica por los terrenos destinados a tal fin y por la financiación. El premio Pritzker en 1999 (el Nobel de la arquitectura), ya tiene el encargo de los rectores del Athletic, que han calificado como "preciosos" los primeros bosquejos. También hablaron con el valenciano Santiago Calatrava para hacerlo, el hombre en quien piensa Ortí para un futuro Mestalla.