También es intocable

Vale, vale, el madridismo puso el grito en el cielo cuando se cuestionó a Raúl. Clamaron: es intocable. Y aprovecharon el fallo de un penalti con España para lanzar sus dardos contra el Niño Torres. Pero pinchan en hueso. El Niño no necesita demostrar nada. Tiene un potencial futbolístico inmenso, da gusto verle cuando coge el balón en carrera y enfila la portería. Seguirá creciendo a medida que avance la temporada y será un pilar fundamental para la Selección de Sáez en el futuro. Falla a veces, como todos los delanteros, como todos los cracks. Los jugadores que viven del gol tienen rachas. Y dependen mucho del equipo, del juego que se elabore en el centro del campo. Y ahí el Atlético tiene un déficit por ahora.

El Niño no ha empezado bien la Liga. Nadie lo niega. Como todo el Atlético. Manzano debe aún ajustar las piezas. Y lo hará con tiempo y con la aparición del Caño Ibagaza. Yo estoy convencido. El Niño Torres se ha fajado en los tres partidos de Liga jugados. Todo infructuosamente. No importa. Al Niño no deben afectarle las críticas. Para los atléticos ha sido un orgullo verle con el 9 de la Selección. Y si las cosas vienen mal dadas, el Niño siempre tendrá el aliento de una afición para la que se ha convertido en una esperanza. Y que está dispuesta a esperarle lo que haga falta. En el Calderón el Niño también es intocable.