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Tras el récord de Abel Resino

El portero del filial rojiblanco lleva 360 minutos sin encajar un tanto y es el único que queda imbatido en Primera, Segunda y Segunda B.

Lledó se acuerda de metas como Esnaola y Pumpido y ahora se fija en el Mono, en Contreras "o en el César que jugó en el Valladolid".
F.J.Díaz
Redactor Jefe de la Sección del Atlético de Madrid en AS desde 2023. En 1989 entró en Diario AS como integrante de la sección de baloncesto y desde 1992 cubre la información del Atlético. Le podrás encontrar en todo lo relacionado con la actualidad del club madrileño: entrenamientos, partidos, ruedas de prensa, giras, actos institucionales...
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Javier Lledó lleva la vocación defensiva en la sangre. Su padre fue zaguero en el Sevilla Atlético hace ya algunas décadas: "No llegó a jugar en Primera, pero sí entrenó con el primer equipo e incluso formó parte de la selección andaluza con jugadores como Bizcocho o Curro, Ahora yo soy portero y lo de cerrar el camino del gol a los delanteros viene de familia". Lledó es natural del pueblo sevillano de Coria del Río. En esa localidad de 40.000 habitantes se crió y se formó como futbolista hasta que pasó al Sevilla de División de Honor juvenil. Luego regresó a su pueblo natal para jugar en Segunda B hasta que le fichó el Atlético la pasada temporada.

En su primer año en Madrid realizó la pretemporada a las órdenes de Luis Aragonés, aunque luego el técnico reclamó a su compañero Juanma para jugar en el primer equipo. Lledó, 24 años recién cumplidos, recuerda que la pasada temporada también logró buenos números en el filial: "El equipo encajó 37 goles y yo 18 o 19 en 23 partidos. Sale una media de 0,8 por encuentro". Lledó se acuerda de metas como Esnaola y Pumpido y ahora se fija en el Mono, en Contreras "o en el César que jugó en el Valladolid".

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